Aquí sí hay tomate
La zanahoria argentina, de pronto y sin esperarlo, se ha convertido en tomate. Si todo el mundo en Palma aun debe estar hablando de donde estaba el día de la gran tormenta, aquí solo se habla de lo caro que esta el tomate. Mi amigo Fabricio que regenta el bar de la Facultad de Arquitectura me confesaba que estaba pensando seriamente, entre risas, ir a buscar las cajas de tomates en un camión de caudales.
Los supermercados chinos de la capital que son toda una institución y que están agrupados en una asociación anunciaron que dejarían de vender tomates hasta que la situación de normalice y las agrupaciones de consumidores han instado al boicot esta semana pasada. Algunos restaurantes, dicen, que han colgado el letrero "No se sirven ensaladas hasta nueva orden", pues la lechuga y otros ingredientes también han experimentado subidas asombrosas. El resultado es que en dos días ha bajado el precio del tomate un buen pico y se ha empezado a dejar de hablar.
Todo empezó con el helado invierno, empezaron a correr noticias acerca del daño sufrido en las plantaciones. Solo el 30% de los cultivos esta protegido bajo plástico pues el clima suele acompañar la gloriosa producción agrícola argentina. Este año, no, al menos para según que cultivos. Heladas y fríos varios por doquier han masacrado lechugas, calabacines, tomates, frutas y la paciencia de muchos de los habitantes entre lo que me incluyo. Estoy harto de padecer el clima de Londres en Buenos Aires. En fin, parece, solo parece que llega la ansiada primavera donde esta ciudad alcanza un esplendor muy argentino, es decir, exagerado.
Cuando me refiero a la zanahoria argentina quiero decir que si no es el tomate será cualquier hecho noticioso. Los diarios enloquecen con titulares a la tranquila población día tras día. Ocurre por todos lados del globo pero la manera en que un solo asunto atropella el resto tanto en los medios audiovisuales como escritos es quizás mas ostentoso y llamativo. En España pasa lo mismo pero aquí adquiere un matiz mas peculiar y basta ver algunos medios televisivos como Crónica TV donde, literalmente, a bombo y platillo con letras blancas sobre fondo rojo anuncian: "El tomate a 16 pesos el Kg.".
Hay otras zanahorias; la interna peronista (discusiones dentro del partido justicialista), las diferentes agrupaciones, mas que partidos, las cifras macroeconómicas, los viajes de Cristina (La futura presidenta), la inseguridad ciudadana, el estado del trafico, el clima y muchas otras. Se acercan las elecciones y todos quieren llegar sanos y salvos a la meta. Si el que saca mayor porcentaje de los votos supera el 45% se proclama presidenta, si no habrá que esperar unas semanas y para que se enfrenten los dos primeros.
Mientras tanto, una cifra estadística resume la pax romana argentina y es el precio de la carne, pues no sube. Es record, esta estable y alcanza para para todos. 66,4 kilogramos de carne por habitante y año. 182 gramos diarios.
Los supermercados chinos de la capital que son toda una institución y que están agrupados en una asociación anunciaron que dejarían de vender tomates hasta que la situación de normalice y las agrupaciones de consumidores han instado al boicot esta semana pasada. Algunos restaurantes, dicen, que han colgado el letrero "No se sirven ensaladas hasta nueva orden", pues la lechuga y otros ingredientes también han experimentado subidas asombrosas. El resultado es que en dos días ha bajado el precio del tomate un buen pico y se ha empezado a dejar de hablar.
Todo empezó con el helado invierno, empezaron a correr noticias acerca del daño sufrido en las plantaciones. Solo el 30% de los cultivos esta protegido bajo plástico pues el clima suele acompañar la gloriosa producción agrícola argentina. Este año, no, al menos para según que cultivos. Heladas y fríos varios por doquier han masacrado lechugas, calabacines, tomates, frutas y la paciencia de muchos de los habitantes entre lo que me incluyo. Estoy harto de padecer el clima de Londres en Buenos Aires. En fin, parece, solo parece que llega la ansiada primavera donde esta ciudad alcanza un esplendor muy argentino, es decir, exagerado.
Cuando me refiero a la zanahoria argentina quiero decir que si no es el tomate será cualquier hecho noticioso. Los diarios enloquecen con titulares a la tranquila población día tras día. Ocurre por todos lados del globo pero la manera en que un solo asunto atropella el resto tanto en los medios audiovisuales como escritos es quizás mas ostentoso y llamativo. En España pasa lo mismo pero aquí adquiere un matiz mas peculiar y basta ver algunos medios televisivos como Crónica TV donde, literalmente, a bombo y platillo con letras blancas sobre fondo rojo anuncian: "El tomate a 16 pesos el Kg.".
Hay otras zanahorias; la interna peronista (discusiones dentro del partido justicialista), las diferentes agrupaciones, mas que partidos, las cifras macroeconómicas, los viajes de Cristina (La futura presidenta), la inseguridad ciudadana, el estado del trafico, el clima y muchas otras. Se acercan las elecciones y todos quieren llegar sanos y salvos a la meta. Si el que saca mayor porcentaje de los votos supera el 45% se proclama presidenta, si no habrá que esperar unas semanas y para que se enfrenten los dos primeros.
Mientras tanto, una cifra estadística resume la pax romana argentina y es el precio de la carne, pues no sube. Es record, esta estable y alcanza para para todos. 66,4 kilogramos de carne por habitante y año. 182 gramos diarios.
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