Internet
Hace no demasiado tiempo pues lo recuerda bien gente de nuestra edad, conseguir una línea de teléfono era una pesadilla incomprensible. Tardaban creo que varios años, muchos lo conseguían sobornando a los funcionarios de la vieja compañía estatal de teléfonos. Luego llego Carlos Menem al poder y comenzó a vender todo lo que olía a público y entre otras apareció Telefónica de España, que empezó a cobrar sus facturas en dólares pues la economía del país en esa época estaba con la paridad un peso, un dólar. Un buen negocio en un país donde la gente habla mas que nadie. Todo eso se acabo una navidad y el nuevo año trajo entre llantos e impotencia una nueva relación peso-dólar mas acorde con la realidad y ya fuera de un sueño imposible.
La facturas de ahora son idénticas a las de antes, las tarifas mas o menos se mantienen, solo que ahora se cobran en pesos, es decir, una tercera parte de lo de antes y aun así los beneficios netos del año pasado fueron de 5540 millones de pesetas. O pierden ahora o ganaban a espuertas antes. Eso, los argentinos lo saben bien y aunque no se quejan eficientemente, no olvidan creo. Como en España, esta multinacional no goza de la mejor fama y revive espíritus anticolonialistas con todo motivo. El país se lo repartieron Telecom (franco-italiana) y Telefónica, la ciudad de Buenos Aires esta separada, al norte Telecom, al sur Telefónica y lo mismo con el resto de la nación. Invirtieron mucho dinero desde cero instalando redes de fibra óptica y maquinaria modernizando una precaria red básica pero sigue siendo mas caro hablar al interior del país que afuera del mismo.
Todo esto viene a cuento porque debe ser una de las razones de la brutal inmersión en el ciberespacio que creó Internet mas sorprendentes. Tiene una pagina en Internet casi cualquier cosa: el paseador de perros, muchísimos restaurantes, teatros, todas las instituciones publicas, pequeños negocios como tiendas y fabricas, hoteles, diseñadores de lo que sea, no conozco a nadie que no tenga su email, los padres del colegio nos comunicamos siempre vía correo electrónico como única forma. Ya estamos habituados pero al principio no dejaba de provocar nuestro asombro. Ni en la península existe un uso tan sabio de la red y es que aquí las distancias son otras muy diferentes y debe ser por eso que hasta en el mas recóndito pueblo hay un locutorio con , muchas veces, vetustos ordenadores con teclas sin letras por el uso pero cumplen su función y acercar amigos y familiares en un país inmenso y lleno de emigrantes. Y si no que se lo digan a nuestra ultima amiga argentina que vive en Palma que después de leer estas columnas domingo tras domingo tomamos varios cafés virtuales pues así lo bautizó y hemos podido intercambiar impresiones desde cada lado del espejo. Internet es un café mas.
La facturas de ahora son idénticas a las de antes, las tarifas mas o menos se mantienen, solo que ahora se cobran en pesos, es decir, una tercera parte de lo de antes y aun así los beneficios netos del año pasado fueron de 5540 millones de pesetas. O pierden ahora o ganaban a espuertas antes. Eso, los argentinos lo saben bien y aunque no se quejan eficientemente, no olvidan creo. Como en España, esta multinacional no goza de la mejor fama y revive espíritus anticolonialistas con todo motivo. El país se lo repartieron Telecom (franco-italiana) y Telefónica, la ciudad de Buenos Aires esta separada, al norte Telecom, al sur Telefónica y lo mismo con el resto de la nación. Invirtieron mucho dinero desde cero instalando redes de fibra óptica y maquinaria modernizando una precaria red básica pero sigue siendo mas caro hablar al interior del país que afuera del mismo.
Todo esto viene a cuento porque debe ser una de las razones de la brutal inmersión en el ciberespacio que creó Internet mas sorprendentes. Tiene una pagina en Internet casi cualquier cosa: el paseador de perros, muchísimos restaurantes, teatros, todas las instituciones publicas, pequeños negocios como tiendas y fabricas, hoteles, diseñadores de lo que sea, no conozco a nadie que no tenga su email, los padres del colegio nos comunicamos siempre vía correo electrónico como única forma. Ya estamos habituados pero al principio no dejaba de provocar nuestro asombro. Ni en la península existe un uso tan sabio de la red y es que aquí las distancias son otras muy diferentes y debe ser por eso que hasta en el mas recóndito pueblo hay un locutorio con , muchas veces, vetustos ordenadores con teclas sin letras por el uso pero cumplen su función y acercar amigos y familiares en un país inmenso y lleno de emigrantes. Y si no que se lo digan a nuestra ultima amiga argentina que vive en Palma que después de leer estas columnas domingo tras domingo tomamos varios cafés virtuales pues así lo bautizó y hemos podido intercambiar impresiones desde cada lado del espejo. Internet es un café mas.
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