09 abril 2007

El tango y su verso

Es imposible seguir escribiendo sobre Buenos Aires sin hablar mas del tango. Su música es conocida, se reconoce en cualquier parte del mundo y posee fanáticos de casi todas las razas y Buenos Aires esta lleno de extranjeros que vienen aposta y enloquecen con los compases y armoniosas melodías que empujan a buscar pareja en las milongas ( lugares donde la gente va a bailar únicamente Tango). Por cierto, un buen lugar para saber mas en Internet es todotango.com.

La música esta llena de magia y ya de por si es suficientemente elocuente pero como les gusta llegar al extremo le añaden poesía fascinante y cortante en forma de letras inolvidables, impregnadas de espíritu porteño. Me voy a dar el lujo de copiar y pegar fragmentos de algunas estrofas escogidas pues, aparte de recomendar autores e interpretes, es la única manera de tratar de transmitir una pasión porteña mas.

Cambalache

¡Siglo veinte, cambalache
problemático y febril!...
El que no llora no mama
y el que no afana es un gil!
¡Dale nomás!
¡Dale que va!
¡Que allá en el horno
nos vamo a encontrar!
¡No pienses más,
sentate a un lao,
que a nadie importa
si naciste honrao!
Es lo mismo el que labura
noche y día como un buey,
que el que vive de los otros,
que el que mata, que el que cura
o está fuera de la ley...

Música y letra: Enrique Santos Discepolo

Uno

Uno busca lleno de esperanzas
el camino que los sueños
prometieron a sus ansias.
Sabe que la lucha es cruel
y es mucha pero lucha y se desangra
por la fe que lo empecina...
Uno va arrastrándose entre espinas
y en su afán de dar su amor,
sufre y se destroza hasta entender
que uno se ha quedao sin corazón...
Precio de castigo que uno entrega
por un beso que no llega
a un amor que lo engañó...
¡Vacío ya de amar y de llorar
tanta traición!

Música: Mariano Mores
Letra: Enrique Santos Discepolo

Yira, Yira

Verás que todo el mentira,
verás que nada es amor,
que al mundo nada le importa...
¡Yira!... ¡Yira!...
Aunque te quiebre la vida,
aunque te muerda un dolor,
no esperes nunca una ayuda,
ni una mano, ni un favor.

Música y letra: Enrique Santos Discepolo

Margot

Yo recuerdo, no tenías casi nada que ponerte,
hoy usas ajuar de seda con rositas rococó,
¡me reviente tu presencia... pagaría por no verte...
si hasta el nombre te han cambiado como has cambiado de suerte:
ya no sos mi Margarita, ahora te llaman Margot!

Música: José Ricardo / Carlos Gardel
Letra: Celedonio Flores


Como contrapunto parece divertido contar que por donde quiera que vayas siempre suena Sabina, un apasionado de Buenos Aires y que en sus letras aparece la ciudad como escenografita de sus, en cierta medida, tangos, pues las letras destilan similares pasiones frustradas. Cuando Sabina canta: "...que poco rato dura la vida eterna / por el túnel de tus piernas / entre Córdoba y Maipú..." , se refiere a un cruce de calles de la capital y cuando habla en la misma canción del Luna Park esta refiriéndose a un mítico e inmenso local por donde han pasado las mas grandes figuras del boxeo y la música. El delirio por Sabina se convierte en locura cuando decide venir a cantar al Gran Rex y le obligan casi a punta de navaja a prolongar los conciertos donde tres meses antes se agotan las entradas.

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